Zidane fracasa y se le cuestiona 

El entrenador del Real Madrid tendrá que esforzarse al máximo para demostrar lo que vale.

Hace escasos días que hablábamos de que Zinedine Zidane había vuelto a la caga. El partido al que había decidido dar más importancia es el que se celebrará el próximo 24 de octubre: el Clásico contra el Fútbol Club Barcelona. Y es que necesita estar bien preparado para este partido ya que se juega la reputación de su equipo. Han tenido siete encuentros en tres semanas y antes de esta fecha tan importante, el Real Madrid se ha enfrentado ante Cádiz el sábado 17 y se enfrentará ante el Shakhtar el 21 de octubre.

 

Pero la derrota ante el Cádiz le ha hecho tener los pies en el suelo. A pesar del carácter que tiene el entrenador del Real Madrid, no pudo gestionar bien a su plantilla. Mantuvo a los principales jugadores en el banquillo hasta después del descanso y, aun así, no supo recuperar el partido. Incluso dejó a Jovic para los últimos minutos quien apenas participó a pesar de ser la estrella del equipo. Es cierto que hubo buenas jugadas por parte de Vinicius y Benzema, pero no fue suficiente para remontar. Las decisiones del entrenador no fueron acertadas para el partido y finalmente, el Real Madrid fue derrotado.

 

Además, en los anteriores partidos no pudo contar con la presencia de Toni Kroos, Courtois y Marco Asensio que estaban lesionados y no podían estar en el campo. El primero tuvo una lesión muscular; el segundo; se lesionó contra el Levante y Marco Asensio ha estado de baja por una faringitis. Además, tendrá en cuenta la presencia de Militao y Odriozola que es posible que se puedan unir al equipo.

 

Zidane vuelve a estar en el punto de mira después de la derrota ante el Cádiz. Sus decisiones en el campo han sido cuestionadas ya que han sido totalmente equivocadas. Incluso él mismo conoce sus errores. Esta derrota no le ha sentado bien al equipo y el club no está de acuerdo con las resoluciones del entrenador.

 

Zinedine Zidane volvió a priorizar a los jugadores que habían entrenado más con él en las últimas semanas y dejó a Asensio en el banquillo. Este último hecho asombró a los madridistas y a la dirección del club. Es cierto que Zidane juega con la baza de tener en su mano la confianza de la dirección del equipo pero, aun así, tiene que ponerse las pilas para no perderla. Ha estado durante este mes de septiembre experimentando con la plantilla y repitiendo patrones que, hasta el momento, no funcionan. Es por ello que tendrá que esforzarse en las próximas semanas y sobre todo de cara al Clásico para que el Real Madrid siga siendo quien es.